Modificar la conducta de nuestro hijo o hija con economía de fichas, es posible. Me encantaría decirte que funciona para cada comportamiento y para todos los niños, pero la realidad es que cada niño es un mundo y necesitamos una combinación de diferentes alternativas y herramientas para conseguir modificar la conducta inadecuada, pero es muy efectiva, mejorando en el 90 por ciento de los casos.

La economía de fichas es una estrategia psicológica para modificar la conducta que se basa en los principios del condicionamiento operante, utilizada habitualmente con niños para reforzar y animar a que realicen determinadas conductas socialmente deseables, seleccionadas y definidas que normalmente el niño no realiza de forma espontánea como quisiéramos.
Esta técnica está basada en los estudios del pedagogo Joseph Lancaster en el S XIX y consiste en entregar reforzadores positivos (puntos, fichas, sellos, pegatinas…) de manera continuada a la aparición de la conducta esperada. Al final de semana intercambiarlos por actividades en familia que le motiven al niño.
En cuanto a los refuerzos positivos y el reforzamiento hay diferentes teorías.
El Método Montessori y la Disciplina Positiva por ejemplo, aconsejan que no se utilicen premios, ni recompensas. Sin embargo, la Psicología Cognitiva ha demostrado que el elogio es el mejor de los refuerzos para el ser humano, que produce una sensación de satisfacción y seguridad que hace que el menor aumente la probabilidad de realizar la conducta que ha sido reforzada positivamente.
Teniendo en cuenta las diferentes vertientes, en mi experiencia diaria como docente desde el año 2005 y como madre de dos niños, el sistema de pegatinas o puntos es muy motivador y se consiguen resultados muy positivos para modificar conductas en momentos puntuales.
Un claro ejemplo de la utilización de esta estrategia lo encontramos en el programa de televisión “Supernanny”, en el que la psicóloga Rocío Ramos Paul va a las casas a observar la conducta de los niños y prepara un tablero con pegatinas y dibujos para ir modificando la conducta hasta conseguir los resultados deseados.
LA ESTRATEGIA PASO A PASO
1º.- El primer paso de esta estrategia es definir las conductas que queremos conseguir, por ejemplo: lavarse los dientes después de comer, sentarse bien en el sofá y poner la ropa sucia en su cesto. A continuación definimos el “reforzador simbólico” que vamos a dar cuando el niño realice dichas conductas.
Los reforzadores pueden ser: fichas, monedas de arcilla, un positivo dibujado en una cartulina, una carita, un sello, pegatinas, puntos en la aplicación ClassDojo…
2º.- Una vez definidas las conductas y los reforzadores, acordamos las reglas y condiciones para el intercambio. Por ejemplo, si conseguimos de lunes a viernes cinco reforzadores, el viernes podemos tener una sesión de origami, bailar una canción, hacer un juego en clase, una sesión de juegos de mesa, unos minutos más de recreo…
3º.- Al iniciarse la economía de fichas debe reforzarse continuamente la conducta adecuada y cuando ya se ha adquirido y se emite de manera más estable, se reforzará de forma intermitente, espaciando el intercambio en la medida en que la conducta se consolide.
Es importante animar y motivar al niño que no ha conseguido la cantidad de reforzadores acordada. Hay que hacerle saber que confiamos en él y que sabemos que lo va a conseguir, evitamos las charlas y los castigos y yo personalmente no recomiendo quitar puntos que ya ha conseguido.
EXISTEN DOS POSIBLES TRAMPAS A TENER EN CUENTA
1. La primera es que es posible que al inicio el niño intensifique la conducta que queremos cambiar, ya que siempre ha tenido su rol y nota que estamos modificando sus esquemas. Por ejemplo: “el graciosillo” tiene que decir sus chistes como sea, “el disruptivo” tiene que interrumpir sí o sí… por eso hay que tener cuidado con las etiquetas que ponemos y aunque se intensifique la conducta hay que continuar con la técnica.
2. Puede volver a aparecer la conducta negativa de forma espontánea después de un tiempo, por lo que es importante seguir reforzando solamente las conductas deseadas y ser constantes.
Esta es la trampa que no tenemos en cuenta y nos desanima muy rápido porque pensamos que no funciona la economía de fichas. Por esto debemos estar alerta y desde el momento en que detectamos que vuelve a realizar el comportamiento inadecuado, no prestar atención y volver a poner el foco en lo que ha hecho positivo.
¿QUÉ MATERIALES PODEMOS UTILIZAR PARA LA ECONOMÍA DE FICHAS?
Es importante ir variando para no aburrirnos durante el curso. Podemos plastificar cartulinas donde aparezcan los números de lista del alumnado y así dibujar positivos o caritas cuando vayan consiguiendo los reforzadores. También podemos hacerlo por grupos, de manera que se van repartiendo monedas de arcilla, otras veces podemos repartir tarjetas, pegatinas… de esta manera conseguiremos mantener la motivación para alcanzar nuestros objetivos.
En mi curso sobre el Método “Educar en Positivo” Habilidades básicas para familias trabajamos la economía de fichas junto con muchas más estrategias y alternativas eficaces para educar sin estrés, sin gritos y sin castigos. Incluyendo un Bonus de regalos, “Un maletín de emergencias” para los momentos más complicados en familia.

Y para finalizar, te invito a probarlo en casa y así verificar los resultados, ya que es una excelente herramienta para poner el foco de atención en lo positivo y no en lo negativo, considero que esta es la clave del éxito.
Espero tus comentarios y tu experiencia cuando lo utilices. Mucho ánimo, lo conseguirás.